El caballero eterno

Es por bien todos conocido que en toda Murah hay grandes órdenes de caballería. Y si bien cada gremio puede presumir de tener sus propias órdenes es en los territorios de los Señores de Murah donde más hombres ostentan el título de "Caballero Andante"

Pero ese no es el tema que nos atañe en este relato, sino uno un poco más místico, que roza la leyenda... Pues hoy vamos a hablar acerca del caballero eterno, el caballero sin nombre, el caballero sin orden... El caballero de Murah.

¿Que sabemos acerca de este caballero? Há, como cuentan los ancianos solo sabemos de el lo que los niños cantan.

"Cuando la noche se acerca
y el viento sopla fuerte
No tengas miedo ni temas
pues el caballero eterno viene

Cuando la batalla es encarnizada
y las espadas se alzan ensangrentadas
No temas ni huyas
pues será el caballero eterno el que lo concluya

Cuando el silencio se apodera del campo de batalla
y las madres entierran a sus hijos caídos
Podrás escuchar su lamento
pues el caballero eterno ya se habrá ido"

Este caballero lleva recorriendo los campos de batalla desde que la guerra es conocida como tal. Cuentan las leyendas que fue el primer hombre que murió sobre el lomo de un caballo... Otras cuentan que es el espíritu de la caballería que acude en ayuda de los justos cuando se lo necesita... Otros sencillamente piensan que es un hombre, un hombre que se esconde en una armadura y que la va pasando como legado para mantener viva la llama de la esperanza...

Sea cual sea la respuesta correcta, los pocos que lo han visto siempre lo describen en igual condición. luchaban en desventaja, estaban acorralados, o la situación estaba contra ellos... pero no se rendían. Y cuando la batalla estaba a punto de perderse podían verle. Siempre desde una loma, con su caballo encabritado y la lanza enarbolada, y entonces cargaba...

Cargaba con la furia de los justos, un solo hombre contra todo un ejército, una armadura herrumbrosa, gastada por una vida de batallas, una lanza sin brillo alguno, y un caballo blanco como el amanecer... Nadie podía detenerlo y tras su carga los defensores ganaban fuerzas redobladas, sentían el impulso de seguir luchando, de no rendirse...

¿Al fin y al cabo si un hombre era capaz de tal hazaña de que no sería capaz un ejército?

La leyenda sigue hasta nuestros días, y solo podemos especular quien se esconde tras la armadura, que mito es cierto y que parte es mentira. Pero mientras siga apareciendo en los campos de batalla los justos seguirán venciendo y el día que ya no aparezca más... se habrá perdido todo

Me ha encantado

Xuzo, casate conmigo